ACCADEMIA DEL PIACERE
ORIHUELA
SÁBADO 23 DE NOVIEMBRE DE 2024
Concierto de Accademia del Piaccere en la Catedral de Orihuela. Programa en torno a los corales de Bach con consort de violas de gamba y soprano. Director: Fahmi Alquai.
In Dulci Jubilo
Johann Sebastian Bach (1685-1750)
Fahmi Alqhai quintón & dirección musical
Johanna Rose viola da gamba tenor
Rodney Prada viola da gamba bajo
Rami Alqhai viola da gamba bajo
Inés Alonso, soprano
PROGRAMA
Obras de Johann Sebastian Bach (1685-1750)
Coral Nun komm, der Heiden Heiland BWV 659
Coral Liebster Jesu, wir sind hier BWV 731
Coral In dir ist Freude BWV 615
Coral In dulci jubilo BWV 368
Coral In dulci jubilo BWV 751
Johann Michael Bach, 1648-1694. Antes atribuido a J.S. Bach
Contrapunctus I
De El Arte de la Fuga BWV 1080
Preludio BWV 700
Fughetta BWV 701
Canone alla Settima (Variation III), de Canonic variations BWV 769
Movimiento del Magnificat BWV 243a
Todos sobre el coral Vom Himmel hoch, da komm’ ich her
Coral Ich ruf’ zu dir, Herr Jesu Christ BWV 639
Contrapunctus VIII & Contrapunctus IV
De El Arte de la Fuga BWV 1080
Trío en sol menor BWV 584
Coral Wachet auf, ruft uns die Stimme BWV 645
Arreglos: Fahmi Alqhai
Notas al programa
La musicofilia de Martín Lutero es uno de los sucesos más afortunados de la historia de la música occidental. Gracias a ella la iglesia reformada situó en el centro de su renovada liturgia los corales: un gran corpus de melodías sencillas y de fácil aprendizaje para el pueblo, naturalmente con texto ya en alemán. Algunas de ellas fueron compuestas ex novo durante el siglo XVI —incluso de mano del propio Lutero—, pero la mayoría fueron tomadas de viejos cantos, y en particular de los latinos del gregoriano a los que sustituían, como por ejemplo Nun komm’ der Heiden Heiland, procedente de un himno ambrosiano; hubo también reciclaje de canciones profanas, caso del alegre In dir ist Freude.
Para los músicos de iglesia alemanes, y particularmente para los organistas, improvisar y componer arreglos sobre esas melodías formó siempre parte de su trabajo diario, y es por ello que Johann Sebastian Bach nos dejó centenares de ejemplos, escritos desde el inicio de su carrera profesional hasta, literalmente, su mismo lecho de muerte. Lejos de ser una pesada obligación, la familiaridad (¡aún hoy!) de los fieles alemanes con estas melodías facilita al músico litúrgico un magnífico punto de partida para, al reelaborar ese material, garantizar la encantadora combinación de novedad y evocación de lo conocido que es fórmula infalible para complacer al buen oyente.
Sobra decir que Bach experimentó todas las formas posibles de embellecer esas melodías, haciendo uso de su extrema habilidad para el contrapunto. En el concierto de hoy tendremos ocasión de escuchar ejemplos de cada procedimiento. Así, en In dulci jubilo (BWV 368) Bach realiza una sencilla armonización con el coral en la voz más aguda, de las que aún hoy utilizan como ejemplo de libro los profesores de armonía de los conservatorios. En Liebster Jesu, wir sind hier (BWV 731) la melodía, siempre en la voz aguda, es ornamentada de forma suntuosa hasta quedar maravillosamente irreconocible entre trinos, mordentes, apoyaturas y grupetos.
Pero donde Bach mostraba su maestría insuperable era en el arte del contrapunto, esto es, añadir elaboradas contramelodías al sencillo coral, que queda entonces como cantus firmus: una lenta base de notas largas sobre la que se construye una verdadera fantasía. El In dulci jubilo de su tío y suegro Johann Michael (antes atribuido a Johann Sebastian con el número de su catálogo 751) pudo servirle como ejemplo —superado, como siempre— para Ich ruf’ zu dir, Herr Jesu Christ (BWV 639). El caso más sofisticado de elaboración de un coral en Bach lo constituyen sin duda las Variaciones canónicas sobre Von Himmel hoch (BWV 769), que no en vano el propio Bach publicó en vida, privilegio excepcional que reservó a muy pocas obras. Escritas para su ingreso en una exclusiva academia científico-musical, la del ilustrado Mizler, Bach viste el sencillo coral con cinco sucesivos ropajes: cánones a la octava, a la quinta, a la séptima, por aumentación y, finalmente, por inversión; es decir, autoimitaciones diversas y estrictas de la melodía original, que Bach además embellece con voces añadidas para demostrar un virtuosismo técnico en la escritura musical que nunca estuvo al alcance, digámoslo sin ambages, de nadie más en la historia.
Mucho más famoso sin embargo —y por cierto también publicado en vida de Bach, este entre los Corales Schübler— es el Wachet auf, ruft uns die Stimme (BWV 645). Versión para órgano de una fantasía originalmente escrita para coro y orquesta en la cantata BWV 140 (en la que el coral es cantado por los tenores con la estrofa Zion hört die Wächter singen), nos demuestra que las reducciones organísticas de Bach reflejan un pensamiento melódico de voces independientes, cantables, esencialmente vocales aunque interpretadas por instrumentos. El propio Bach readaptó en decenas de ocasiones una misma versión de un coral ahora para órgano, luego para coro o para instrumentos. Nada mejor pues, para recuperar esa vocalidad instrumental de líneas independientes, verdadero núcleo de estas obras, que el cuarteto de uno de los instrumentos más dotados para el ideal de imitación de la voz humana, la viola da gamba, tan querido y usado por el mismo Bach, y tan capaz de pronunciar palabras sin decir palabras, desde un sencillo gesto de arco.
Juan Ramón Lara
Con el apoyo de:
Voces del Camino
Dirección artística: Jorge Losana
Producción y coordinación: Blanca Escobar
Equipo producción: Miguel Torres y Alba Molina
Asesor creativo: Agus Macnamara
Diseño visual: Ramón González Palazón
Presentador: Ramón García del Real
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